. . . I don't claim that I know everything about life. But one thing I am certain that apart from the love and mercies of Christ—I AM NOTHING. " But God forbid that I should boast except in the cross of our Lord Jesus Christ, by whom the world has been crucified to me, and I to the world."(Galatians 6:14). All to JESUS I surrender. . .all to Thee my Blessed Savior. . .I surrender all. Thank YOU my Precious LORD JESUS for all Your blessings in my life. I love YOU, and thank YOU for loving me first. Forever Yours--Erlinda Mejia Olson

Thursday, October 27, 2011

Una Vida de Faith: Charlie Coulson—El Chico Cristiano de Tambor

ROMANOS 10:17 ~ “Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo.” (Nueva Versión Internacional—NVI)
... Un verdadero a la biografía de "Charlie Coulson—El Tambor Chico Cristiano", cuya historia fue dicha por Dr. Max L. El Cirujano de Rossvally (1828-1892), de Ejército de Estados Unidos ...
Fui un cirujano en el Ejército de Estados Unidos durante la Guerra civil. Después de la batalla de Gettysburg, había cientos de soldados heridos en mi hospital. Muchos fueron heridos tan severamente que una pierna o un brazo, o a veces ambos, necesitaron para ser amputados.

Uno de éstos fue un chico que había estado en el servicio por sólo 3 meses. Desde que él fue demasiado joven ser un soldado, él había reclutado como un tambor. Cuando mis ayudantes vinieron a darle cloroformiza antes de la amputación, él giró la cabeza y lo se negó. Cuando lo dijeron que fue las órdenes de doctor, él dijo, "me Envía al médico a mí".

¿Vine a su cabecera y dije, "joven, por qué se niega usted el cloroformo? Cuando usted recogió en el campo de batalla, fue ido hasta ahora que yo casi no le molesté recoger. Pero abrió esos ojos azules grandes, ocurrió a mí que tuvo a una madre en algún lugar que quizás esté pensando en usted que muy momento. Yo no deseé que murierase en el campo, así que le tuve trajo aquí. Pero ha perdido tanta sangre que usted es sólo demasiado débil sobrevivir una operación sin cloroformo. Debe permitir que le dé algunos".

Colocó la mano en la mina, me miró en la cara y dijo, "Médico, un el domingo por la tarde, cuando fui nueve años y medio viejo, Le di mi vida a Cristo. Aprendí a fiarse de El entonces, yo sé que puedo fiarme de El ahora. Es mi fuerza. Me apoyará mientras amputa el brazo y la pierna".

Lo pregunté si permitiría por lo menos que le doy un aguardiente pequeño.

Otra vez él me miró y dijo, "Médico, cuando tuve unos 5 años, mi madre arrodillada por mi lado con sus armamentos alrededor de mí y dicho, 'Charlie, yo oro a Jesús que usted nunca tomará aún una bebida de alcohol. Su padre se murió un borracho, y yo han pedido que Dios utilizarale advertir a personas contra los peligros de tomar, y para favorecerlos adorar y servir al Señor'. Soy ahora de 17 años de edad, y yo nunca he tenido nada más fuerte que té ni café. Hay una oportunidad muy buena que estoy a punto de morirme y entrar la presencia de mi Dios. ¿Me enviaría allí con aguardiente en el aliento"?

Yo nunca me olvidaré ese vistazo que chico me dio. En aquel momento yo odié a Jesús, pero respeté la lealtad de ese chico a Su Salvador. Y cuando vi cómo adoró y se fió de El hasta el mismo final, algo tocó profundamente el corazón. Hice para ese chico lo que yo nunca había hecho para cualquier otro soldado—lo pregunté si quiso ver su capellán.

El Capellán supo que el chico bien de lo habiendo visto a menudo en las reuniones de oraciones de tienda. Tomando la mano que dijo, "Charlie, lo siento de verle quiere esto"
"Ah, soy bueno, señor," contestó Charlie. "El médico me ofreció cloroformizo, pero lo dije que yo no deseé cualquiera. Entonces quiso darme aguardiente, que yo no deseé tampoco. Entonces ahora, si mi Salvador me llama puedo ir a El en mi sano juicio".

¿"Usted no debe morirse, Charlie," dijo el capellán, "pero si el Señor le llama en casa, hay nada que puedo hacer para usted después de que sea ido"?

"Capellán, por favor alcance bajo mi almohada y toma mi Biblia pequeña. La dirección de mi madre está adentro. Envíelo por favor a ella y escriba una carta para mí. Dígala que desde que yo me fui de casa, yo nunca he permitido un paso único de día—no asunto si estuvimos en el marzo, en el campo de batalla, ni en el hospital—sin leer una porción de la Palabra de Dios, y diario orando que la bendeciría".

"Está allí otra cosa que puedo hacer para usted, muchacho"? preguntó al capellán.

"Sí, escribe por favor una carta al maestro de la Escuela del domingo de la Iglesia de la Calle de Arenas en Brooklyn, Nueva York. Dígalo que yo nunca me he olvidado su ánimo, el consejo bueno, y muchas oraciones para mí. Me han ayudado y me aliviado por todos los peligros de batalla. Y ahora, en mi hora agonizante, yo doy gracias al Señor para mi estimado maestro viejo, y pido que bendiga y para reforzarlo. Eso es todo".

Entonces curva a mí, él dijo, "estoy listo, el médico. Prometo que hago ni gimo mientras saca el brazo y la pierna si usted no me ofrece cloroformizo".

Prometí, pero yo no tuve el valor para tomar el cuchillo en la mano sin entrar primero la próxima habitación y tomando un aguardiente pequeño yo mismo.  Al cortar por la carne, Charlie Coulson nunca gimió. ¡Pero cuando tomé la sierra para separar el hueso, el muchacho tomó el rincón de su almohada en la boca y todo podría oír que cuchichéa fue, "Jesús O, bendijo a Jesús! Párese por mí ahora". Cumplió su promesa. El nunca gimió.

Yo no podría dormir esa noche. ¡Cualquier manera que tiré y giré, vi esos ojos azules suaves, las palabras, "Bendijo a Jesús! Párese por mí ahora'.' mantuvo llamar en las orejas. Un pequeño después de la medianoche, yo por último dejé mi cama y visité el hospital—algo yo nunca había hecho antes que a menos que había una emergencia. Tuve tal, deseo extraño y fuerte para ver ese chico.Cuando llegué, un camillero me dijo que 16 de los soldados mal heridos se habían muerto. ¿"Fue Charlie Coulson, uno de ellos"? Pregunté.

"No, señor," contestó, "duerme tan dulce como un bebé".

Cuando vine a su cama, uno de las enfermeras dijo que alrededor de las 9 dos miembros del YMCA venían por el hospital a cantar un himno. El Capellán estuvo con ellos, él se arrodilló por la cama de Charlie y ofreció una oración ferviente y emocionante. Entonces, mientras todavía de rodillas, ellos cantaron uno del más dulce de todos los himnos, "Jesús, el Amante De Mi Alma". Charlie cantó junto con ellos, también. Yo no podría comprender cómo ese chico, que estuvo en tal dolor horrible, podría cantar.

Cinco días después de que realizara la operación, Charlie me llamó, y fue de él que oí mi primer sermón de Evangelio. "Médico," dijo, "mi tiempo ha venido. Yo no espero ver otro amanecer. Quiero a gracias con todo el corazón para su bondad a mí. Sé que es judío, y que usted no cree en Jesús, pero deseo que permanezca y para verme me muero fiarse de mí Salvador al último momento de mí la vida". Traté de permanecer, pero yo sólo couldn' T—yo no tuve el valor para pararse por y ver a un chico cristiano se muere alegría en el amor de ese Jesús que odié. Entonces dejé apresuradamente el cuarto.

Acerca de 20 minutos luego una personas mayores vinieron y encontraron que sentándome en mi oficina con las manos que cubren la cara. Me dijo que Charlie quiso verme. "Acabo de lo ver," contesté. "Y yo no lo puedo ver otra vez".

"Pero, el médico, él dice que le debe ver una vez más antes que se muera. '.  Entonces decidí ir y ver Charlie, dice una palabra que atrae y permitió que se muera. Sin embargo, yo fui determinado que nada él podría decir me influiría en lo menos pedazo, hasta donde su Jesús se preocupó.

Cuando entré el hospital que vi hundía rápidamente, así que me senté por su cama. Pedirme tomar la mano, él dijo, "Médico, te quiero porque es un judío. El mejor amigo que he encontrado en el mundo fue un judío". Lo pregunté que eso fue, y contestó, "Jesucristo, y yo quieren introducirle a El antes que me muera. ¿Me prometerá, trato que acerca de lo que soy de decir a usted, usted nunca se olvidará"? Prometí, y dijo, hace "5 días, mientras amputó el brazo y la pierna, yo oré al Señor Jesucristo y pedí que hacer Su amor conocido a usted".

Esas palabras fueron en lo más profundo del corazón. Yo no podría comprender cómo, cuando lo causaba el dolor más intenso, él podría olvidarse y pensar en nada pero el Salvador y mi unconverted alma. Todo podría decir a él fue, "Bien, mi estimado chico, usted pronto estará bien". Con estas palabras yo lo dejé, y 12 minutos más tarde, él durmió, seguro en los armamentos de Jesús.

Cientos de soldados se murieron en mi hospital durante la guerra, pero yo sólo lo seguí a la tumba, y eso fue Charlie Coulson. Cabalgué 3 millas para verle enterró. Lo tuve vistió en un nuevo uniforme, y colocó en el ataúd de un oficial, con una bandera de EEUU sobre ello.

Esas palabras agonizantes del chico marcaron a mí. Fui rico en aquel momento tan por lo que dinero se preocupara, pero habría dado cada centavo yo poseí si podría haber sentido hacia Cristo como Charlie hizo. Pero que sentirse no puede ser comprado con dinero. Ay, yo pronto me olvidé todo acerca de mi sermón pequeño cristiano de soldado, pero yo no podría olvidarme el propio chico. Mirando hacia atrás, yo ahora sé que estuve bajo convicción profunda de pecado en aquel momento. Pero para casi 10 años que tuve atrás, hasta que por último la oración del estimado chico fuera contestada, y rendí mi vida al amor de Jesús.

Acerca de un año y medio después de mi conversión, yo fui a una reunión de oraciones una tarde en Brooklyn. Fue uno de esas reuniones donde cristianos testifican acerca de la bondad amorosa de Dios. Después de que varios hubieran hablado, una señora de edad avanzada se paró y dijo, "queridos amigos, esto puede ser la última vez que tengo una oportunidad de compartir públicamente a Dios cuán bueno ha estado a mí.

"Charlie fue no sólo un soldado para su país, pero también un soldado para Cristo. Fue herido en la batalla de Gettysburg, y fue cuidado de por un médico judío, que amputó el brazo y la pierna. Se murió 5 días después de la operación. El capellán del regimiento me escribió una carta y me envió Biblia de mi chico. Fui dicho que en su hora agonizante, mi Charlie llamó ese médico judío y dijo a él, hace “5 días, mientras amputó el brazo y la pierna, yo oré al Señor Jesucristo para usted".

¡Como oí que esta señora habla, yo sólo no podría sentarme todavía! Dejé mi asiento, se topó con el cuarto y tomó la mano y dijo, "Dios le bendice, mi estimada hermana. ¡La oración de su chico ha sido oída y ha sido contestada! ¡Soy el médico judío que Charlie oró para, y su Salvador es ahora mi Salvador! ¡El amor de Jesús ha ganado mi alma"!
 
Canción
JESUS, EL AMANTE DE MI ALMA
(Por: Charles Wesley, 1740)

Jesús, el amante de mi alma,
Permitió a Tu mosca del pecho,
Mientras las aguas más cercanas arrollan,
Mientras la tempestad todavía es alta.
Ocúlteme, O mi Salvador, oculta,
La Caja la tormenta de la vida es por delante;
Seguro en la guía del refugio;
Ah, recibe mi alma por fin.

Otro refugio tiene yo ninguno,
Cuelga mi alma impotente en Le;
La Hoja, ah! me deja no sólo,
Todavía apoyo y me alivio.
Toda mi confianza en Le es permanecida,
Toda mi ayuda de Le yo traigo;
Cubra la cabeza indefensa

Con la sombra de Tu ala.
¿Marchita Usted no considera mi llamada?
¿Marchita Usted no acepta mi oración?
¡Aquí! Hundo, desmayo, me caigo—
!Aquí en Le yo lancé mi cuidado.
¡Alcáncemefuera Tu mano amable!
Mientras yo de Tu fuerza recibo,
Hope contra espera que me pare,
Morirse, y percibir, vivo.

Usted, Cristo O, el arte todo deseo,
Más que todo en Le yo encuentro;
Levante el caído, vitorea el desmayo,
Cura la enferma, y principal la persiana.
Sólo y santo es Tu Nombre,
La Fuente de toda la rectitud verdadera;
Usted arte eternamente el mismo,
Usted arte llena de la verdad y la gracia.

La gracia abundante con Le es encontrada,
La Gracia para cubrir todo mi pecado;
Permita que las Corrientes curativas abunden;
La Marca y me mantengan puro dentro.
Usted de vida el arte de fuente,
Permitió Librementeque tome de Le;
Salte Usted arriba dentro del corazón;
Subida a toda la eternidad.